El proceso de subsunción

 

Encuentro, espera, e identidad.

Al escuchar la palabra identidad se apertura dimensiones dentro de diferentes áreas del conocimiento. Pero a fin de este artículo únicamente vamos a centrarnos en la identidad contenida en el área del derecho. Para esto se va a tomar a consideración la opinión aprobada por el Comité Jurídico Interamericano sobre el alcance del derecho a la identidad la cual nos dice que:

1. Es fuente de otros derechos, y es un derecho autónomo.
2. "Sirve a otros derechos para su plena realización y ejercicio"(CJI, 2007)
3. Tiene un carácter erga omnes es "un derecho humano de carácter y contenido tan fundamental... y no admite derogación ni suspensión" (CJI, 2007).
4. Tiene un vínculo directo con la democracia, por el ejercicio de la ciudadanía. Y los deberes y libertades que la misma concede.
5. Para la materialización de este derecho se requiere de un "registro universal, confiable, accesible y eficiente es garantía básica"(CJI, 2007).
6. Es un derecho real "dentro de los límites que impone el Derecho Internacional"(CJI, 2007).

Dentro del plano real al entender al derecho de la identidad como fuente de otros derechos. Se comprende la inmensa dimensión de este, lo que se traduce en la diversidad de tipos de vulneraciones que pueden existir. Dentro de este artículo, se va a partir el análisis del caso Gelman vs. Uruguay llevado en la Corte IDH para ejemplificar al derecho a la identidad.

Contexto

Al igual que un juego, todo momento histórico de caos tiene un punto de partida. Es de este modo que situamos el primer movimiento de manera general en el año de 1976 en Argentina, donde se desató un golpe de Estado, llegado a cabo por las fuerzas armadas en conjunto. Bajo el parámetro de devolver estabilidad al país, eliminando del medio " lo considerado subversivo a la dictadura establecida". Que en este caso se traducen en según la CONADEP (Comisión nacional para la desaparición de personas): 2 millones de exiliados de los cuales 10.000 han sido corroborados por testigos, 2 mil muertos, 30.000 desaparecidos (dato extraoficial proporcionado por la org. de las Abuelas de Plaza de Mayo).

Hechos

1. María Claudia García de 19 años en estado de gestación junto a su esposo Marcelo Ariel Gelman fueron detenidos el 24 de agosto de 1976 en su residencia en Buenos Aires. Los dos fueron estuvieron en un centro de detención clandestina hasta días después su separación.
2. Marcelo Gelman permaneció en el centro de detención, fue torturado, ejecutado en el mismo año, y en 1989 se descubrieron sus retos. María Claudia de manera clandestina fue llevada a Montevideo "donde dio a luz a una niña" (Corte IDH, 2010), la cual le fue arrebatada en diciembre del mismo año; hasta la actualidad se desconoce del destino de María Claudia.
3. La hija de María Claudia fue dejada en un canasto frente a la casa del policía Ángel Tauriño en 1977, quien al no tener hijos y ver a la niña, la registro como propio pasado un año y medio. En el 2000 María Macarena Tauriño de 23 años se realiza una prueba de ADN que le da el resultado del 99,8% de parentesco con Juan Gelman (padre de Marcelo Gelman), para en el mismo año se de el primer contacto con su abuelo.
4. Cabe aclarar que por la aprobación de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado (tipo de amnistía de los delitos cometidos en el régimen militar), no permitió que los hechos fueran investigados y castigados por Uruguay. Posteriormente el Estado realiza un reconocimiento parcial presentado ante la Corte IDH.

Derechos vulnerados

Dentro de esta sentencia se tomó en consideración su carácter continuo de gravedad, debido a la naturaleza de los derechos vulnerados. Pero en sentido de este artículo vamos a tratar únicamente el tema de la vulneración del derecho a la identidad en el caso de las víctimas María Claudia y María Macarena.

Al principio se mencionó al carácter del derecho de la identidad como autónomo, y fuente de otros derechos para su ejercicio y realización, a su vez, también se lo consideró por su vínculo directo con la democracia. Es así que, se va a empezar con la premisa de la vulneración del derecho de la personalidad jurídica de María Claudia al continuar desaparecida. Examinando que al existir participación estatal (argentina y uruguaya), y, además, el elemento de la privación libertad que hubo de por medio en centros clandestinos; se tipificaría como desaparición forzada. Agregando que al salir de Argentina de manera arbitraria hacia Montevideo se desconoció su existencia al no pasar por un control migratorio.

También se debe de considerar el embarazo de María Claudia, al no permitir el libre ejercicio de su maternidad, la condición de privación de libertad, y los daños a su integridad que de por medio existieron hacia ella. Asimismo, la situación de María Macarena Tauriño, quien vivió bajo el desconocimiento de su verdadera identidad hasta sus 23 años. De los cuales, vivió bajo la crianza de personas que no eran sus padres biológicos, desconociendo la manera en la que fue sustraída (la historia de sus padres), y los medios manejados de manera arbitraria al entregarla (dejarla en un canasto fuera de la casa de Ángel Tauriño). Según el art. 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño que dice lo siguiente: "los Estados Parte se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares". Por último, que la continuidad desarrollada de la desaparición forzada de María Claudia y la sustracción de María Macarena; hacen que, al confirmar el parentesco con Juan Gelman, exista una vulneración hacia el derecho a la integridad y la identidad.